Mientras se disputa la autoría de dónde y cuándo surgió este dulce, la leche frita es el acompañante perfecto de una buena sorpresa en la mesa ¡Una delicia!
La leche frita se elabora de forma tradicional desde su origen y recoge un aroma intensamente hogareño, ya que no suele comercializarse en panaderías sino más bien es un postre que se prepara en casa.
Al norte de España donde mayormente es preparada y consumida, existen muchas variantes de la receta, por lo que se parte en base a la cocción de la leche con azúcar y la canela en rama ¡Con infinidad de posibilidades y alternativas!
Ingredientes:
- 40 gramos de mantequilla
- 4 huevos L, uno apartado para rebozado
- 750 mililitros de leche entera
- 200 gramos de azúcar
- 80 gramos de almidón de maíz
- Ralladura de piel de limón
- Palito de canela y vainilla
- 100 gramos de harina de trigo
- Una cucharada pequeña de canela
Modo de preparación de la leche frita:
1. En una olla añade 100 ml de leche, vierte y diluye 40 gramos de almidón de maíz mientras calientas en un fogón el resto de la leche a temperatura media hasta que comience a hervir. En la leche hervida pasa a infusionar por 5 minutos al fuego, luego de añadirle la mantequilla, canela, la vainilla y la piel del limón lavada y pelada.
2. En un recipiente aparte y con ayuda de un batidor de mano, vas a mezclar 3 yemas de huevos con 100 gramos de azúcar y al minuto de batir le agregas el almidón de maíz restante e integras hasta formar una pasta. Traslada al fogón nuevamente la olla y vierte dentro la mezcla de yemas hasta homogeneizar y espesar.
3. Unta con mantequilla un recipiente de vidrio para después verter la crema espesa y alisar la superficie con una espátula. Con film transparente envuelve la crema, sin dejar espacios de aire, y guarda en el refrigerador por al menos 3 horas. Pasado el tiempo desmolda en un plato amplio y corta en varios pedazos.
4. Precalienta un sartén con abundante aceite y ahora pasa las porciones de leche sólida y fría por harina y huevo para proceder a freírlas, retira cuando estén doradas. Como paso final y en un platillo aparte, pasas a rebosar cada pieza frita con una mezcla de azúcar y canela que otorgará la magia restante sobre la crujiente cubierta ¡Buen apetito!