La torta o tarta, una protagonista permanente en los postres y platillos dulces de la gastronomía internacional, posee múltiple variantes según la cultura culinaria que la elabore, pero hay algo seguro, a casi todos nos gusta.
La torta o tarta, una protagonista permanente en los postres y platillos dulces de la gastronomía internacional, posee múltiple variantes según la cultura culinaria que la elabore, pero hay algo seguro, a casi todos nos gusta.
Se cree que esta preparación se remonta a prácticamente el surgimiento de la harina de trigo, a la cual se le agregaron manteca (algún tipo), leudante, azúcar y frutas y por lo general envuelta en una capa dulce. Sin embargo, en el mundo de la cocina sus variantes y evolución han sido múltiples sobre la base antes mencionada y que obedece a la culinaria universal; es español comenzó con el nombre pastel cuya raíz en proviene de francés antiguo “pastel”, para definir a las preparaciones saladas con masa, pero en la medida que evolución la pastelería se extendió a la elaboración de tartas o tortas, en la más dulce de todas las industrias. Veamos un variante irlandesa de la monarca de todos los postres, la torta.
Tarta con crema
Ingredientes:
350 g harina sin gluten
2 cdta levadura en polvo
pizca sal
clavos de olor
nuez moscada molida
180 g mantequilla
150 g azúcar
3 manzanas granny smith
2 huevos
60 ml leche
2 cda azúcar glas
Para la crema
3 yemas de huevo
50 g azúcar
250 ml leche
gotas esencia de vainilla
Preparación:
Precalienta el horno a 190°. Tamiza la harina con la levadura, la sal, 1 pizca de clavo y otra de nuez moscada sobre un cuenco grande. Trocea 170 g de mantequilla y añádela. Mezcla estos ingredientes, con la punta de los dedos, hasta que la preparación tenga la textura de unas migas gruesas. Agrega el azúcar y sigue mezclando, sin amasar.
Pela las manzanas, retírales el corazón y corta la pulpa, primero en cuartos y luego en láminas finas; incorpóralas también al cuenco y remueve. Casca los huevos en un recipiente hondo, añade la leche y bátelos hasta que estén blanquecinos. Agrégalos a la mezcla de manzana y sigue removiendo hasta que obtengas una masa espesa.
Viértela en un molde redondo desmontable untado con la mantequilla que queda y hornea entre 40 y 45 minutos. Pincha el centro de la tarta con un palillo y, si sale limpio, retírala. Deja que se enfríe, desmóldala y espolvoréala con el azúcar glas.
Dispón las yemas con el azúcar y la leche en un cazo, y bátelas con las varillas manuales. Cuece esta preparación, a fuego suave y sin dejar de remover, hasta que empiece a espesar. Agrega la vainilla y mezcla; retira y deja enfriar. Corta la tarta en porciones y sírvelas con la crema inglesa.