Este tipo de pan surgió en Suecia y Dinamarca en la segunda década del siglo pasado, es generalmente dulce y en su receta original eran de canela.
Aunque tiene un ancestro de unos setenta años antes pero solo accesible para los más pudientes, terminada la Primer Guerra Mundial, tuvo una enorme difusión en Estados Unidos con la comercialización de los famosos “cinnamon rolls”, una tenaz variante de la receta original, mucho más comercial y simplificada cuya diversidad y perfume cambian solo con los glaseados que se les aplica. Lo cierto es que estos panecillos se catapultaron a la fama y su sabor adorable lo hacen un omnipresente en la sociedad de hoy. Veamos a continuación una fácil receta donde cambiaremos un poco los ingredientes y los elaboraremos con frutas confitadas.

Ingredientes:
- 500 g harina
- 3 huevo
- 1 yema de huevo
- 60 g mantequilla
- 180 g leche
- 1 levadura
- 2 cda limón (ralladura)
- 1 lámina hojaldre
- 3 cda mermelada de albaricoque
- pepitas de chocolate
- uvas pasas de corinto
- fruta confitada a daditos
- 1 cda de canela en polvo
Preparación:
- Mezclar la harina con el azúcar, la levadura desmenuzada, los huevos, la mantequilla fundida, la ralladura, la canela y la leche caliente. Remover y amasar 10 minutos. Dejar reposar la masa, tapada, durante 1 hora y estirarla con el rodillo hasta obtener una plancha rectangular de ½ cm de grosor.
- Dividirla en dos partes, a lo largo, y cortar igual el hojaldre. Untar una pieza de masa con mermelada, y añadir pepitas de chocolate, pasas y fruta confitada. Cubrir con una banda de hojaldre y presionar los bordes con los dedos para unirlos. Repetir las capas, terminando con hojaldre.
- Sellar los extremos. Cortar tiras de 2 o 3 cm de ancho, enrollarlas y colocarlas en la placa forrada con papel sulfurizado. Cubrir con un paño húmedo y dejar levar 1 ½ o 2 horas. Pintarlas con la yema batida y cocerlas, en el horno precalentado a 180o unos 20 minutos. Dejar enfriar y servir.