Con zanahorias siempre se ha hecho una rica torta con un dulzor especial y de miga compacta. Lo mejor de este postre es que con los años ha ido evolucionando y se le han hecho cambios que le han agregado ricos sabores. Prueba este, ¡no te vas a arrepentir!
En esta receta fácil y rápida, la zanahoria rallada se combina con harinas de quinoa (quinua) y almendras para darle un sabor y una potencia nutricional increíbles a la clásica torta de zanahorias. ¡Este es el postre saludable que estabas esperando!

Con la quinoa (quinua) se consigue un aporte de proteínas, aminoácidos que ayudan en el desarrollo cerebral y también tiene un gran contenido de omega 6. Mientras que las almendras son ricas en grasas saludables, vitamina E y antioxidantes.
Falta decir que la zanahoria vigoriza la mente, contiene betacarotenos (que el organismo convierte en vitamina A) y tiene propiedades anticancerígenas.
¡Es una receta fácil y rápida!
Vas a necesitar:
150 g de harina de quinoa (quinua)
150 g de almendras molidas
2 cucharaditas de polvo de hornear apto para celíacos
½ cucharadita de sal
2 cucharaditas de canela
1 cucharadita de jengibre en polvo
3 huevos
60 ml de aceite de girasol
60 ml de jarabe de ágave, dátil o miel
140 g de yogurt de sabor natural
100 g de zanahoria rallada
Azúcar glass o coco rallado
¿Cómo se prepara?
Mezcla los ingredientes secos: las harinas de quinoa y almendras (o almendras molidas), la canela, el jengibre y el polvo de hornear.
Aparte, bate los huevos, el jarabe, el yogurt y el aceite. Agrega los ingredientes secos tamizados sobre esta mezcla y añade la zanahoria rallada. Integra todos los ingredientes.
Vierte en un molde engrasado y cubierto con papel vegetal. Lleva a un horno precalentado a 175º C (340º F) por 40 minutos.
El dato: el polvo de hornear, apto para celíacos, se hace con 50 g de bicarbonato de sodio, 25 g de almidón de maíz y 50 g de cremor tártaro. Mezclar bien todo y luego guardar en un frasco bien cerrado, en un lugar seco.