Para limpiar un horno muy sucio hay muchos productos que contienen sustancias dañinas para la salud. Elimina fácilmente la grasa, la suciedad y los olores de forma natural y económica.
El horno es un elemento esencial presente en cualquier cocina de España. Tanto el horno como el microondas son dos de los electrodomésticos del hogar más aburridos y trabajosos a la hora de limpiar. Cuando cocinas, se derraman muchos alimentos en su interior y cuando los restos se secan, son muy difíciles de quitar. Pero si lo vas limpiado con constancia y usas alguno de los métodos que te proponemos a continuación, seguro que te cuesta menos ponerte manos a la obra.
¿Cómo limpiar el horno con productos naturales?
Para limpiar un horno existe multitud de productos en el mercado, rápidos y que funcionan muy bien, pero también hay alternativas naturales, igual de eficaces, más económicas y que no irritan ni dejan olor a químico por toda la casa. Con estos productos naturales podemos tener buenos resultados sin complicarnos demasiado.
Utilizando objetos tan comunes como el vinagre y el limón, acompañados por el bicarbonato, tienen la merecida fama de acabar con la grasa y la suciedad. También para limpiar el horno van a ser aliados perfectos, ya que nos facilitarán enormemente la tarea.
Primera opción: Vinagre solo
Las propiedades antibacterianas y desinfectantes del vinagre lo erigen como un producto perfecto para limpiar el horno. También podemos usarlo tanto para desinfectar frutas y verduras como para limpiar toda la cocina.
Si el horno no está muy sucio pero necesitamos hacer una limpieza rápida, llenaremos la bandeja con dos vasos de agua caliente y un vaso de vinagre. Encenderemos el horno a 200 grados y dejamos actuar durante 30 minutos. Después, solo hay que pasar un trapo húmedo por las paredes del horno y el cristal, y el vapor del vinagre hará que la suciedad salga sola.
Una buena solución si queremos realizar una limpieza más profunda, es preparar una botella con spray de agua y vinagre, manteniendo una proporción de tres partes de agua y una de vinagre para que no huela especialmente mal (aunque el olor a vinagre se va bastante rápido). Con este spray podemos pulverizar las paredes del horno, dejarlo actuar unos minutos y después aclarar con agua.
Este spray de agua y vinagre también lo podemos usar en las distintas superficies de la cocina: encimeras, fregaderos y electrodomésticos de acero inoxidable. Además, da un espléndido resultado en utensilios de cocina como ollas, sartenes o tablas para picar y cortar.
Segundo opción: Bicarbonato y vinagre
El bicarbonato es un producto que sirve para desinfectar, desengrasar y lavar casi cualquier cosa. A parte de ser muy económico, lo podemos encontrar en cualquier sitio.
Para limpiar el horno podemos esparcirlo directamente por la parte baja si hay restos de alimentos pegados y luego pulverizar con el spray de agua y vinagre. Pero la forma más eficaz para usarlo es hacer una pasta de bicarbonato, agua y vinagre para que se adhiera mejor. Para ello sigue los siguientes pasos:
- Añadir en un bol 10 cucharadas de bicarbonato, 4 de agua caliente y 3 de vinagre.
- Verter el vinagre muy poco a poco porque hará reaccionar al bicarbonato formando una espuma. Si vemos que la mezcla queda demasiado líquida debermos añadir un poco más de bicarbonato.
- Cuando tengamos la mezcla, debemos esparcirla por el horno (especialmente por las zonas que estén más sucias). Dejaremos actuar un par de horas (incluso toda la noche si la suciedad del horno se encuentra incrustrada). Después simplemente aclaramos con agua o con el spray de agua y vinagre. No será necesario frotar, la suciedad se despegará sola. Si no tenemos mucho tiempo, solo tenemos que encender el horno y dejarlo un rato con la mezcla dentro. La suciedad se despegará mucho más rápido.
Tercera opción: Levadura
En el caso de no contar con bicarbonato, se puede hacer una masa con levadura y vinagre, pero esta mezcla nos gusta menos porque hay que usar bastante cantidad de levadura para que sea igual de eficaz. Preferimos el bicarbonato que, por otro lado, es mucho más rápido. Sigue los siguientes pasos:
1. Mezclar en un bol unas cucharadas de levadura con un poco de agua. Forma una pasta que se pueda esparcir fácilmente en las superficies que se van a limpiar.
2. Luego esparce la pasta en todo el interior del horno. La levadura se volverá marrón.
3. Deja que la pasta haga efecto durante toda la noche. Son necesarias como mínimo 12 horas para que la levadura haga un buen efecto.
*Con información de El Español.