Las zanahorias son una bendición en la cocina, porque son la mejor opción para sacarte de apuros. Endulzan salsas, son ingredientes obligados en ensaladas, sirven como puré y hasta la puedes consumir en jugos. Aquí te mostramos una manera diferente y súper fácil de prepararlas y consumirlas
Cuando una salsa de tomate queda ácida, puedes usar zanahoria rallada para endulzarla. Si quieres darle color y sabor a una ensalada, cruda o cocida, puedes agregarla rallada o cortarla en dados. Esos son algunos de los usos que le puedes dar a la zanahoria. Aquí te damos otra idea. Con esta receta vas a preparar una rica guarnición de zanahorias glaseadas. Es muy sencilla de elaborar, pero te va a permitir variar tu menú sin mucho esfuerzo.
(Foto de portada: Imagen de RitaE en Pixabay)
Recuerda que las zanahorias anaranjadas (porque las hay en otros colores) son ricas en betacaroteno, antioxidante que en el organismo se transforma en vitamina A, y que ayuda a fortalecer las uñas, el cabello y la vista. Contienen mucha fibra, por lo que ayudan a combatir el estreñimiento. Y como tienen potasio y fósforo, resultan beneficiosas para las mentes cansadas y los nervios.
Para elaborar estas zanahorias glaseadas vas a necesitar:
2 zanahorias
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de miel
Cebollín picadito
¿Cómo se preparan?
1. Lava bien y remueve la piel de las zanahorias y córtalas en palitos o ruedas, como prefieras. Cocínalas al vapor hasta que estén tiernas.
2. En una sartén amplia, calienta la mantequilla con la miel. Pon las zanahorias sobre la mezcla y deja que se cuezan por 5 o 10 minutos. Al final rocía el cebollín picado. En tanto puedas, sírvelas calientes o tibias.