Son tomates rociados en aceite de oliva y pasados por el horno que unen su sabor al de este queso de origen italiano, más cremoso y más suave que la mozzarella, y con una textura casi que de mantequilla. ¿En serio te lo vas a perder?
La mozzarella se produce desde el siglo XII, pero la burrata es de creación más reciente, 1956. Habría nacido de la necesidad de preservar la mayor cantidad de queso posible, debido a una situación de dificultad en la zona de Apulia, en el sur de Italia.

La burrata es cuajo, crema de leche fresca y el suero de agriar la mozzarella. El producto es una mozzarella más suave y con textura de mantequilla.
Con este queso se hace esta ensalada con tomates asados y tocino, que queda tan sabrosa que no te la puedes perder.
Lo que necesitas:
2 burratas
250 g de tocino fresco
300 g de rúgula
10 tomates
20 hojas de albahaca
1 diente de ajo
75 g de pistachos
Orégano seco
Aceite de oliva
Vinagre
Sal
Pimienta
La preparación:
Primero hornea los tomates a 200º C por 1 hora (debes rociarlos con aceite de oliva y oréganos antes de hornearlos). Déjalos que se enfríen para poder pelarlos.
Haz un aceite de albahaca: poniendo en el procesador o la licuadora las hojas, junto con el ajo pelado y picado, un chorrito de vinagre y aceite de oliva. Mézclalos bien.
Corta el tocino en dados y ponlos en una sartén con aceite y los salteas hasta que queden crujientes.
Lo que queda es montar la ensalada: pon la rúgula de base, pica las burratas en 4, pica los tomates a la mitad, agrega el tocino, rocía la ensalada con los pistachos triturados y adereza con el aceite de albahaca.