La leche condensada es una materia prima en cualquier cocina en la que se privilegien los postres. En sí misma es un rico postre que puedes hacer en casa. Pero puedes darle un giro y repotenciarla dándole sabor. Aquí te decimos cómo. ¡Es muy fácil!
Esta leche condensada de café te puede servir para rellenar postres, usarla para hacer galletas rellenas o juntar dos galletas de chocolate y hacer un rico sándwich de galleta. También puedes rellenar cupcakes, usarla como topping de helados, en fin, que tiene una amplia aplicación en la pastelería casera.
(Foto de portada: Polina Tankilevitch en Pexels)
Para hacer esta leche condensada al café vas a necesitar:
250 g de leche de origen animal o vegetal (leche de vaca o almendras)
10 g de café soluble
200 g de leche en polvo
50 g de stevia (o cualquier otro edulcorante de tu preferencia)
¿Cómo se prepara?
Coloca en la licuadora o en el vaso de la batidora de mano, la leche líquida y el café soluble. Bate hasta que se integren. Luego añade la leche en polvo y la stevia.
Bate sin parar hasta que se integren en una crema fina y homogénea. En principio quedará muy líquida, pero toma en cuenta que después del refrigerado se espesará. Cuando tengas la crema fina, prueba para corregir el nivel de dulce (si lo necesita).
Ponla en un recipiente con tapa y llévala a la nevera. Si al momento de usar, notas que está muy dura y poco manejable, prueba dejarla unos minutos en un lugar cálido. Si no da resultado, puedes ponerla unos segundos en el microondas. Puedes aligerarla un poco con leche líquida y vuelves a batir.