Se convirtió rápidamente en una fuente de alimento para los seres humanos de valor incalculable y fue determinante para que las nacientes sociedades pasaran de nómadas a sedentarias. Su popularidad creció a mediados del siglo pasado cuando debido a su alto contenido proteico, bajo en grasa y rico en vitaminas, especialmente del complejo B, así como de minerales esenciales. Hoy haremos una rica receta, pollo en salsa roquefort.
Pollo con aderezo de roquefort
Ingredientes:
800 g pechugas de pollo en filetes
250 g champiñones
1 ramita perejil
hojas salvia
6 cda aceite de oliva
pimienta
sal
100 ml nata líquida para la salsa
100 g queso roquefort para la salsa
50 g queso parmesano en un trozo para la salsa
5 piñones para el picadillo
5 pistachos para el picadillo
1 diente de ajo para el picadillo
Preparación:
Retira la base terrosa de los champiñones; lávalos rápidamente, sin dejarlos en remojo, y córtalos en cuartos. Calienta 2 cucharadas de aceite en una sartén, incorpora los champiñones y saltéalos a fuego fuerte durante 4 o 5 minutos. Retíralos, sazónalos y espolvoréalos con el perejil lavado y picado menudo.
Limpia los filetes de pollo de cualquier resto de grasa, huesecillos y ternillas. Lávalos con agua fría, sécalos con papel de cocina y sazónalos ligeramente.
Vierte el resto del aceite en una sartén antiadherente y caliéntalo. Incorpora los filetes, de dos en dos, y espolvorea con pimienta recién molida. Coloca una hojita de salvia lavada y seca sobre cada uno, y saltéalos por ambos lados hasta que estén bien hechos.
Prepara la salsa. Vierte la nata en un cazo y agrega los dos tipos de queso. Cuece, sin dejar de remover, hasta que obtengas una mezcla homogénea.
Pica los piñones, los pistachos y el ajo finamente con un cuchillo afilado. Reparte los filetes de pechuga en cuatro platos llanos y coloca a un lado los champiñones. Riégalos con la salsa de roquefort, espolvoréalos con la picada de frutos secos y sirve enseguida.