Este delicioso alimento puede hacerse con harinas sin gluten o con trigo en las variedades que no lo poseen, como el trigo sarraceno.
El pan ha sido un alimento básico para la humanidad desde que el trigo fue domesticado unos siete mil años antes de cristo. Tiene sus humildes orígenes en la Mesopotamia antigua, actual Irak, y desde entonces ha visto su evolución junto con la gastronomía humana, convirtiéndose junto al arroz, la papa y el maíz en los alimentos base de las diferentes civilizaciones humanas. Este manjar así que es ideal para las personas celíacas o intolerantes al gluten cuando usamos harinas especiales.

Ingredientes:
425 gramos de harina para pan sin gluten
125 gramos de harina de maíz sin gluten
1 cucharada grande de miel
650 ml de agua a temperatura ambiente
15 gramos de levadura fresca sin gluten
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
Preparación:
-Colocamos la levadura y la miel en un tazón junto a 250 ml de agua a temperatura ambiente, esperemos a que comience a fermentar (cuando aparecen las burbujas).
-En otro tazón añadimos la harina fermentada (la preparación anterior), la mezclamos con las harinas, el aceite, la sal y el resto del agua. Debemos incorporar los ingrediente de poco a poco hasta que formen una masa un poco líquida; dejamos reposar hasta que duplique su tamaño. Volvemos amasamos nuevamente hasta que esté con una consistencia firme y suave, dejamos crecer en moldes para hornear y cuando duplique su tamaño, nuevamente, llevamos al horno a 200 grados por centígrados por 25/30 minutos.