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Tiempo 65 Minutos -
Tipo Postres -
Calorias 490 -
Dificultad Baja -
Porciones 10
La mandarina o clementina es de sabor más suave y dulce que el resto de los cítricos. En esta receta de bizcocho se aprovecha no sólo su pulpa sino también su corteza, de la que se asegura también es una fuente de vitaminas y minerales.
Como la mandarina no es ingrediente habitual en los postres, quizás te sorprenda verla en este bizcocho, pero entérate que le da todo su sabor a este rico pastel, del que no va a quedar nada porque va a cautivar a todos.
(Foto principal: by Gaby Yerden on Unsplash)
¿Cómo se elabora un bizcocho de mandarina con harina de almendras?
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1. Cocina las mandarinas
Enciende el horno a 180º C (350º F). Engrasa un molde y fórralo con papel manteca o papel vegetal.
Mezcla en un recipiente los ingredientes secos: tamiza las harinas de arroz y almendras con el polvo de hornear.
Pon las mandarinas (con todo y cáscara) en una olla con agua, a fuego medio, durante 15 minutos. Deja que enfríen y las conviertes en puré con la ayuda de la licuadora o el procesador de alimentos.
(Photo by Sahand Babali on Unsplash)
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2. Bate las claras
Bate las yemas con el azúcar y la margarina hasta que se conviertan en una crema. A continuación, agrega el puré de mandarinas. Luego añade, en 2 tandas, los ingredientes secos.
Aparte bate a punto de nieve las claras con unas gotas de jugo de limón. Cuando estén firmes, agrega la mezcla de mandarinas y yemas de manera envolvente.
Vierte en el molde y hornea durante 55 minutos.
*El polvo de hornear apto para celiacos se hace con: 50 g de bicarbonato de sodio, 25 g de almidón de maíz y 50 g de cremor tártaro. Mézclalo bien, guárdalo en un recipiente bien tapado y en un lugar seco.
(Photo by Gaby Yerden on Unsplash)