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Tiempo 20 Minutos -
Tipo Postres -
Calorias 240 -
Dificultad Baja -
Porciones 4
La elaboración de este flan de avena consta de apenas dos pasos. El primero es para hacer el caramelo y el segundo es para elaborar la mezcla de tres ingredientes. Así que no tienes excusas para hacer este delicado a la vez que delicioso postre.
Luego todo lo que te queda es esperar que tome temperatura ambiente y refrigerarlo toda una noche. De tal manera que es perfecto para un postre de última hora y que necesites para el día siguiente.
Además, al final te ofrecemos la receta de la leche de avena casera, que es el ingrediente principal de este flan, y que se hace en un 2 x 3.
(Foto principal: Imagen de Lebensmittelfotos en Pixabay)
Cómo se prepara un exquisito y nutritivo flan de avena sin horno y sin huevo
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1. Haz el caramelo
Pon el azúcar del caramelo en una sartén al fuego. No remuevas. Cuando empiece a derretirse, que se vea líquido por los bordes del montoncito de azúcar, remueves constantemente hasta que el caramelo haya tomado un color ámbar. Viértelo en un molde. Mueve el molde hasta que el caramelo se extienda por las paredes del molde.
(Foto de RODNAE Productions en Pexels)
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2. Hierve los ingredientes
Disuelve la maicena en la leche de avena y agrega el azúcar y la vainilla. Disuelve bien antes de llevar al fuego (si lo deseas más cremoso puedes agregar una cucharada de leche en polvo). Vierte en una olla a fuego bajo y remueve constantemente con una varilla manual. Cuando espese y esté hirviendo, retira del fuego y vierte en el molde con el caramelo.
Deja que el flan de avena atempere y lo refrigeras por 6 horas o toda una noche antes de desmoldar. Cuando vayas a desmoldar, sólo debes introducir un cuchillo para separar el flan de avena de las paredes del molde. Coloca un plato en la parte de arriba del molde y voltea. ¡Listo!
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3. Para hacer la leche de avena
Remoja, durante toda la noche, ½ taza de avena en hojuelas en 4 tazas de agua.
En la mañana cuela la avena y desecha el agua de remojo. Ahora licúa bien la avena con 2 tazas de agua limpia. Vuelves a colar y el líquido resultante es la leche de avena que vas a usar en esta receta.