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Tiempo 60 Minutos -
Tipo Postres -
Calorias 154 -
Dificultad Media -
Porciones 6
Los bizcochos son una creación que hay que aplaudir porque a través de ellos se han construido historias en los hogares del mundo entero. Son una pieza fundamental en celebraciones de cualquier tipo y el bizcocho japonés, una innovación que no necesita ni glaseado ni adorno.
El origen de este bizcocho, conocido también como Castella o Kasutera, se remonta a la España del siglo XV, específicamente al reino de Castilla y fue importado a Japón por los mercaderes lusitanos en el siglo XVI.
Con el pasar de los años, las manos japonesas fueron transformando la receta original hasta obtener el fino ponqué que hoy en día se disfruta, con toda su textura súper esponjosa, de hecho, para la época en la que llegó a Japón la receta, el azúcar era un ingrediente tan costoso que este postre era considerado como uno caro, para ocasiones muy relevantes.
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1. Preparación
Precalienta el horno a 160°C, engrasa y enharina un molde 20x12 y cinco centímetros de alto. Separa las claras de las yemas y monta las claras hasta que estén espumosas, momento en el que agregarás el azúcar poco a poco hasta que estén firmes pero no a punto de nieve. Incorpora las yemas con las claras una a una para no bajar las claras y batiendo en la misma dirección. Ahora agrega la miel poco a poco y sigue mezclando de la misma forma, en la misma dirección hasta que esté bien integrada.
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2. Batido
Ahora comenzarás a integrar la harina previamente cernida y cuando termines de hacerlo, siempre añadiendo pocas cantidades, agregarás la leche con cuidado sobre el pastel. La técnica para incorporarla será a mano y con movimientos envolventes de adentro hacia afuera. Golpea el envase de la mezcla par de veces en la encimera para que salgan las burbujas de aire y repite cada 15 o 30 minutos el procedimiento dos veces más.
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3. Horneado
Hornea durante 40 minutos, al sacar del horno golpea en la encimera para que no se pegue, voltea sobre una tabla y deja por un minuto el pastel allí, vuelve a voltear y deja que enfríe.
Hay personas que también realizan el horneado con la técnica de baño de María.